En este informe se resumen las principales tendencias en materia de empleo, desocupación, subocupación, calidad del empleo y salarios reales durante los dos primeros años del gobierno de Cambiemos. Puede concluirse que el balance en materia laboral de este período tuvo un resultado negativo.
En este escenario de ampliación de brechas de ingresos laborales y de mayor desigualdad, en este breve informe se caracterizan los ingresos laborales del total de ocupados en el 4° trimestre de 2016 (última información disponible a la fecha), y se diferencia a las distintas categorías ocupacionales: asalariados registrados, asalariados no registrados, no asalariados3. La información utilizada proviene de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de INDEC para el total de aglomerados relevados por dicha encuesta.
La mitad de los ocupados tenía ingresos inferiores a $10.000 en ese período. El 10% con menores ingresos ganaba menos de $3.000 y, en el otro extremo, el 10% con mayores ingresos ganaba más de $20.000.
Puede decirse que el objetivo de evitar un nuevo descenso fue cumplido, aunque el salario mínimo mantiene un nivel muy deprimido. Además, la reciente nueva aceleración de la inflación implica una desvalorización acelerada del salario mínimo, que se está produciendo desde fines del año pasado.
Próximamente tendrá lugar una nueva reunión del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil. El punto de partida de la nueva negociación ($33.000 desde el mes de febrero) representa un nivel que es más bajo que el peor año de la presidencia de Cambiemos. Como datos de obligada referencia, cabe considerar que serían necesarios $51.950 en este mes de marzo para alcanzar el mismo poder de compra que el salario mínimo tenía en 2015, y que $85.122 serían equivalente a la línea de pobreza para una “familia tipo”.